
Descripción
Los poppers son distintos compuestos nitrogenados (nitrito de amilo, nitrito de isobutilo) que se presentan en pequeños frascos que contienen la sustancia en forma líquida. El popper es muy volátil (pasa rápidamente a forma gaseosa a temperatura ambiente) y se utiliza inhalándolo directamente desde el bote.
El popper actúa relajando algunos tipos de músculos del organismo, los llamados músculos lisos. La relajación de las venas y las arterias produce bajadas de tensión arterial y la relajación de la musculatura anal facilita la penetración.
La duración de efectos es de unos pocos minutos. Los cambios en la tensión arterial producen una sensación de mareo, taquicadia y “subidón” en la cabeza.
Su uso más comun está vinculado a prácticas sexuales, ya que facilita la penetración anal. Algunas personas lo utilizan también en contextos de música de baile y refieren que intensifica las luces y los sonidos.
Riesgos
Efectos adversos
El efecto secundario más frecuente es el dolor de cabeza, sobre todo con dosis excesivas o en personas no acostumbradas . También son típicos efectos como mareo, taquicardia o síncope…
De forma más rara se han descrito problemas visuales (maculopatía por poppers), que suelen desaparecer al dejar el consumo.
Intoxicación
Los poppers nunca deben utilizarse por vía oral. Además de ser corrosivos para el aparato digestivo pueden producir un cuadro grave de desoxigenación de la sangre (metahemoglobinemia).
Tolerancia
Aunque el popper no suele generar dependencia (no se asocia a usos compulsivos, pérdida de control sobre la sustancia, intentos infructuosos de frenar su uso…), sí produce tolerancia farmacológica: las personas que lo utilizan habitualmente necesitan incrementar la dosis de forma progresiva para conseguir los mismos efectos. Este efecto desaparece unos pocos días después de dejar de utilizarlo.
Interacciones
Utilizar poppers después de haber consumido fármacos anti-impotencia incrementa los efectos secundarios (taquicardia, mareo, dolor de cabeza…) y puede dar lugar a bajadas de tensión muy graves. Este efecto es más prolongado tras usar fármacos de larga duración como el tadalafilo (Cialis).
El uso simultáneo con drogas estimulantes (MDMA, speed, metanfetamina, cocaína…) puede someter al sistema cardiovascular a un esfuerzo extra, más intenso y peligroso cuanto mayor sea la dosis y frecuencia de estas sustancias.
Los nitratos (en forma de pastillas o parches) son fármacos utilizados en algunas enfermedades del corazón. Su combinación con poppers puede ser mortal.
No se conocen interacciones entre los fármacos utilizados en el tratamiento del VIH o el VHC y los poppers. Sin embargo, sí se sabe que los inhibidores de la proteasa (IPs) pueden incrementar los efectos de los fármacos anti-impotencia. El uso simultáneo de poppers + IPs + fármacos antiimpotencia es una combinación particularmente desaconsejada por el riesgo de efectos adversos graves.
Gestión de placeres y riesgos
Los poppers deben de manejarse con cuidado, cerrando el frasco después de cada uso. Puede producir quemaduras en contacto con la piel, por lo que conviene lavarse bien con agua si se derrama accidentalmente. Si hay contacto con mucosas o con los ojos el lavado debe prolongarse varios minutos. En el caso de dolor intenso o alteraciones en la visión hay que buscar asistencia médica urgente.
A la hora de aspirar, suele ser más sencillo que una persona se encargue de abrirlo, administrarlo, cerrarlo y dejarlo en un lugar seguro. El uso de máscaras u otro tipo de dispositivos puede producir problemas respiratorios o de asfixia.
Los poppers son inflamables. Deben mantenerse alejados de fuentes de calor (estufas, radiadores, mecheros, cigarrillos…) por el riesgo de explosión.
El efecto del popper dura unos pocos minutos pero el uso repetido facilita la aparición de efectos secundarios, sobre todo dolor de cabeza.
Su uso puede ser especialmente peligroso en personas con problemas cardiovasculares, de tensión arterial o glaucoma.
La acción del popper es rápida y en algunas personas dificulta o interrumpe la erección. Es mejor ponerse un preservativo antes que inmediatamente después de usarlo.
Aunque la relajación del esfínter anal facilita la penetración o el fisting es importante proceder con cuidado, sobre todo en personas no habituadas, para evitar riesgos de sangrado o lesiones.
Algunos estudios han vinculado el uso de poppers con un mayor riesgo de transmisión del VIH. Aunque la relación causa-efecto no está clara, es posible que tenga que ver con una mayor probabilidad de sangrado por la dilatación de las venas del ano o la asociación con prácticas sexuales de mayor riesgo.