El sexo en grupo, su práctica en domicilios particulares y el uso de drogas no son ninguna novedad. Pero sí es cierto que las tecnologías de la comunicación (Internet, servicios de mensajería instantánea, apps…) así como una serie de cambios sociales en relación con las drogas han facilitado este contexto de uso. Las sesiones y chills se han popularizado desde hace unos años, sobre todo en grandes ciudades.
La descripción de los medios de comunicación sobre el fenómeno consiste en orgías desenfrenadas en las que decenas de desconocidos pasan por una casa para practicar sexo sin protección y consumir drogas de forma incontrolada desde el viernes por la tarde hasta el domingo por la noche. El sensacionalismo destaca sólo formas extremas de una realidad mucho más compleja y variada.
Dos personas pueden quedar para practicar sexo en casa y consumir (o no) drogas. Una pareja puede buscar un tercero (o más) con este objetivo. Hay grupos de amigos que prolongan la noche de fiesta hasta la mañana siguiente en un lugar fijo y los integrantes pueden ser fijos o variables. Existen grupos más o menos cerrados o abiertos que seleccionan a sus miembros según su físico, su estado serológico, prácticas sexuales, sustancias o vías de administración… Así, las combinaciones de elementos y escenarios (así como los riesgos asociados) posibles son muchos.
La duración de los encuentros puede ser muy variable. El hecho de que, en ocasiones puedan prolongarse varios días no implica que siempre sea necesariamente así. De forma general, cuanto mayor sea el tiempo, el número de personas y la cantidad y variedad de sustancias utilizadas, los riesgos serán mayores.
Consejos
Si estás pensando en acudir a una sesión hay algunas reflexiones que deberías hacerte
Tener en cuenta cuántas personas puede haber, si las conoces (o puedes conocerlas), si he visto fotos suyas, tengo información suficiente y me atraen físicamente o no.
Plantearse qué tipo de drogas hay o puede haber. Si coinciden con mis preferencias (en cuanto a tipo de sustancia, vía de administración, efectos…). Conviene aclarar si cada persona tiene sus propias sustancias, decidir si voy a compartirlas con otras personas o no, así como saber si puedo acudir sin sustancias o sin compartirlas.
Aclarar el nivel de seguridad con respecto a actividades sexuales (preservativos, PreP, a pelo…) y si son acordes con mis límites al respecto. Reflexionar sobre si uno está seguro de poder mantenerlos tras tomar drogas y en un situacione que puede ser sexualmente muy excitante.
Planificar cómo voy a comportarme si las cosas no son como yo había previsto: si alguien no me gusta físicamente, si me proponen algo que no estoy seguro de querer hacer, si alguien va muy pasado y me molesta…
Si estás organizando o participando en una sesión en tu casa también deberías plantearte una serie de cosas
Vas a compartir tu espacio privado con otras personas. Convendrá que establezcas normas o límites con respecto al número de asistentes, sus características (amigos, amigos de amigos, desconocidos…) y las reglas al respecto.
De la misma forma, puedes establecer normas en cuanto al uso de los espacios (por ejemplo, no utilizar determinadas habitaciones) y el tiempo, así como asegurarse de que se respetan durante la sesión.
Si existen límites o reglas con respecto al uso de sustancias (no usar una droga o una vía determinada) o prácticas sexuales deben estar claros y explícitos para todos los participantes
También conviene prever cómo voy a reaccionar si las cosas no son como yo había previsto: si alguien no nos gusta, si queremos que alguien abandone la sesión, si alguien se salta las normas… Contar con amigos o personas de confianza puede ser muy útil en este sentido.
De forma general conviene tener en cuenta una serie de observaciones
Mantener controladas las pertenencias como la cartera, documentación y teléfono móvil. Lo ideal es colocarlas junto a la ropa en una bolsa cerrada.
No acudir con demasiado dinero: tanto por el riesgo de robo como por la tentación de comprar o encargar más drogas de lo que se tenía previsto.
Asegurarse de tener suficiente batería y cargador de móvil, sobre todo por si se presenta alguna emergencia o imprevisto.
Hacer suficiente provisión de preservativos y lubricante de buena calidad.
No compartir juguetes sexuales con otras personas, cubrirlos con un preservativo para cada participante o desinfectarlos de forma adecuada.
Si se va a practicar fisting u otras prácticas que requieran dilatación anal extrema, disponer de guantes de látex y lubricante adecuado
Respétate y respeta a los demás. Sé firme con respecto a lo que quieres o no quieres hacer. No presiones a otras personas para que hagan lo que tú quieres.
Se realista con respecto a cuando tienes que terminar. Asegúrate de dejar tiempo suficiente para recuperarte antes de retomar las actividades de la vida cotidiana.
Con respecto a las drogas
En un domicilio no existen las limitaciones al consumo que pueden encontrarse en un espacio público. Esto puede hacer que el uso de drogas sea más natural y espontáneo, facilitando un consumo excesivo.
Compartir sustancias con otras personas puede incrementar el riesgo de intoxicaciones. Esto es particularmente importante en drogas que tienen un margen estrecho como el GHB. Cada uno debe tener el control sobre la dosis que está consumiendo y no confundir su bebida con las de otras personas.
Dejad claro entre los participantes cuales son los límites con respecto a tipos de sustancias, cantidades, compra de nuevas sustancias, tiempos o vías de administración (por ejemplo, si está permitido o no el slamming).
Si se utilizan drogas por vía intranasal es importante tomar una serie de precauciones específicas.
Si se utilizan drogas por vía intravenosa es importante tomar una serie de precauciones específicas.
Si una persona se encuentra mal, angustiada, agobiada o muy dormida, préstale atención. Si la situación no remite en un tiempo razonable o hay síntomas que sugieran gravedad, llamad al 112.